Un informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía destaca que la vacunación de leishmaniosis en los perros es “una piedra angular” de las tareas de prevención de esta enfermedad tanto en animales como en humanos
El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Salud y Familias de Andalucía ha redactado recientemente una monografía dedicada a las enfermedades transmitidas por vectores, en las que recoge las principales afecciones causadas en la región y en España, como la fiebre del Nilo Occidental o las enfermedades transmitidas por garrapatas, y dedica también un detallado apartado a la leishmaniosis.
El documento señala que en Andalucía la leishmaniosis es una enfermedad endémica y de declaración obligatoria en humanos, sin embargo, se sospecha una importante subnotificación, más evidente en las formas cutáneas, más frecuentes que las formas viscerales.
En este sentido, dado que la detección temprana de casos en humanos “es fundamental” para identificar el mecanismo de transmisión e implantar los programas de prevención y control, ven necesario reforzar la vigilancia en la comunidad.
Este refuerzo de la vigilancia podrá, según la Junta de Andalucía, permitir hacer frente a los retos que la leishmaniosis está presentando, como la aparición de nuevos reservorios desconocidos hasta la fecha (la liebre en el brote de la Comunidad de Madrid) o el incremento de la prevalencia de serología positiva a Leishmania infantum en perros (reservorio principal en toda la geografía española).
También consideran un problema que la leishmaniosis es una enfermedad asociada fuertemente al cambio climático, y las rápidas transformaciones urbanísticas de zonas rurales y agrícolas, con aumento del número de viviendas unifamiliares con jardines y condiciones propicias para el ciclo de transmisión.
“Existe evidencia de que la epidemiología de la leishmaniosis en la cuenca mediterránea está cambiando. Los focos históricos, silenciosos durante varias décadas, reaparecen y la amenaza de la introducción de nuevas cepas/especies está presente”, advierten.
ESPECIAL ATENCIÓN A LOS RESERVORIOS DE LEISHMANIOSIS
El informe de la Junta de Andalucía presta especial atención a los reservorios de leishmaniosis, dedicando un análisis de la situación en los perros y su papel como reservorios, pero sin olvidar tampoco a algunos animales como las liebres.
“Los huéspedes, descuidados en consideraciones epidemiológicas anteriores, pueden desempeñar un papel importante en los ciclos de transmisión en condiciones cambiantes. Al mismo tiempo, el concepto de vectores específicos y permisivos llama la atención sobre la posibilidad de que un mayor número de especies de moscas de la arena puedan incriminarse en la transmisión de parásitos”, apuntan.
En esta línea, el informe destaca que la prevención en los perros protegiéndolos de picaduras de flebótomos mediante el uso collares impregnados con insecticidas o de lociones insecticidas (pipetas, pulverizadores) es la medida más eficaz para evitar la picadura de estos insectos, ya que proporciona un doble efecto, repelente/insecticida capaz de ahuyentar o matar a estos insectos cuando entran en contacto con un perro previamente tratado.
Asimismo, el documento recomienda el control del parásito, mediante el tratamiento de los perros enfermos y la vacunación de los perros sanos. “La aplicación de vacunas es sin duda una herramienta esencial para la prevención de cualquier enfermedad y sigue siendo la piedra angular para el control de la leishmaniosis, tanto en perros como en humanos”, defienden.
Y es que señalan que la vacunación en los perros sanos evita, si no la infección, sí la progresión de la enfermedad. El informe apunta que existen distintos tipos de vacunas para perros y destacan algunas, entre ellas Letifend®, de LETI Pharma, que se aprobó en 2017.
Desde la Junta de Andalucía recuerdan que esta vacuna basada en una proteína recombinante de L. infantum se puede utilizar en animales seronegativos de más de 6 meses de edad con la indicación de “reducir el riesgo de desarrollar una infección activa y/o enfermedad clínica después de la exposición a la infección”.
Por último, señalan que hoy día la eutanasia masiva de los perros infectados y/o enfermos está descartada en Europa como medida de control de la leishmaniosis, y que de hecho esta medida ha supuesto un fracaso en el control de la leishmaniosis visceral humana en países donde se ha aplicado masivamente como China o Brasil.